Diario 16 La Columna del Director | 07-02-2012 | Juan Carlos Tafur
El sendero de Alan
Sería tremendamente ingenuo pensar que a Alan García se le “escapó” el tema del indulto a Fujimori en su última entrevista televisiva.
Zorro viejo de la política y, en particular, buen entendedor de la lógica mediática, el suyo ha sido, sin duda, un calculado golpe de mano.
De hecho, no queda muy bien parado, porque demuestra falta de temple para llevar a cabo una medida en la que creía y cree.
De hecho, no queda muy bien parado, porque demuestra falta de temple para llevar a cabo una medida en la que creía y cree.
De inmediato, los fujimoristas se lo han enrostrado.
Pero igual no deja de ser un guiño para ellos.
García no tuvo el coraje de tomar una decisión harto complicada, pero ahora se convierte en su principal promotor.
Algunos han señalado que con esta declaración, lo que pretende es obtener regalías de la bancada fujimorista y obtener cierto blindaje en la investigación parlamentaria que seguramente lo comprenderá.
Algunos han señalado que con esta declaración, lo que pretende es obtener regalías de la bancada fujimorista y obtener cierto blindaje en la investigación parlamentaria que seguramente lo comprenderá.
Puede ser.
Pero sería subestimar su capacidad de cálculo.
García está colocando piezas para un propósito mayor.
Es el 2016 la fecha en la que piensa.
Es el 2016 la fecha en la que piensa.
Sabe que para entonces, la disputa se centrará muy probablemente en tres candidatos: él, Toledo y Keiko Fujimori (difícilmente la izquierda podrá armar una opción electoralmente atractiva y la posibilidad de un outsider se asoma aún más complicada).
Y en ese eventual desenlace tripartito, su ubicación es complicada.
Y en ese eventual desenlace tripartito, su ubicación es complicada.
Porque instalado como está en la derecha, su rival más fuerte es el fujimorismo.
Pelearán el mismo electorado (reforzado por el hecho de que el fujimorismo ha decidido, al parecer, retornar a la línea dura de origen).
Su promoción del indulto a Fujimori, en esa perspectiva, es un juego que no tiene pierde. Si no resulta, igual habrá transmitido un mensaje conciliador al bastión ciudadano fujimorista, hoy por hoy el más importante.
Su promoción del indulto a Fujimori, en esa perspectiva, es un juego que no tiene pierde. Si no resulta, igual habrá transmitido un mensaje conciliador al bastión ciudadano fujimorista, hoy por hoy el más importante.
Y si resulta, sobre todo si Humala concede un indulto que no se sustente en una indiscutible razón médica, la salida de Fujimori de la cárcel, lejos de fortalecer al fujimorismo lo debilitará.
(con seguridad, si Alan García creyese que dicho indulto podría generar un aluvión profujimorista, no sería su promotor).
Un político no se retira.
Un político no se retira.
Y García sueña con ser elegido tres veces y a la vez estar sentado en Palacio cuando el Perú celebre el bicentenario de su independencia.
¿Un escenario político tan colosal puede estar ajeno de sus pretensiones o ser mirado de soslayo?
Sin duda que no.
A ello está abocado, a construir esa posibilidad.
Y esta declaración periodística nada casual es, claramente, el primer paso en el empedrado de ese camino.
Sin duda que no.
A ello está abocado, a construir esa posibilidad.
Y esta declaración periodística nada casual es, claramente, el primer paso en el empedrado de ese camino.
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