Competencia del "TC" ¡¡Incompetencia del Congreso!!



El gobierno debería impulsar al Congreso para formar una comisión que elija a los dos magistrados del TC. 

Tiene que haber consenso para que elección sea viable. 


El constitucionalista Aníbal Quiroga dijo a LA PRIMERA que el Tribunal Constitucional (TC) requiere el relevo de su actual presidente, Carlos Mesía, porque ya cumplió con su mandato y advirtió que el Congreso “no se pone los pantalones” para realizarlo. 

Por ello, opinó que el presidente Ollanta Humala debería exigir al parlamento la renovación de ese máximo organismo constitucional.

-¿Cuándo se crea el TC?

-Hay que recordar que el tribunal cayó literalmente en paracaídas en la Carta Magna del año 1979, porque no tenía ninguna historia o tradición y no había ninguna doctrina peruana que se haya escrito antes del 78 sobre el Tribunal Constitucional, pero apareció en la carta del 79 y en consecuencia a partir de entonces hemos convivido con él y ya no va a dejar de estar presente en el Perú, sea cual sea el destino de nuestra Constitución. 

-¿Cuál es la función del TC?

-El Tribunal Constitucional básicamente controla el ejercicio del poder a través de las tres competencias básicas que tiene: dirimir si las leyes son o no constitucionales, dirimir los conflictos de competencias y actuar en última instancia en las acciones de garantía rechazadas por el Poder Judicial

-¿Cómo controla el TC el ejercicio del poder?

-Lo que hace son dos cosas: interpreta la Constitución de manera actualizada, desentraña los principios y los postulados principales; y, por otro lado, hace un ejercicio de control del poder, de las instituciones del Estado que se hayan excedido, que hayan salido de los cauces constitucionales o, en el caso de personas naturales, jurídicas hayan incurrido en una violación constitucional. 

-¿Cuál ha sido el logro principal del TC desde su creación?

-Tras la caída de Alberto Fujimori, el tribunal superó a todas luces a la Corte Suprema, porque este organismo quedó en mal pie después de ese régimen y no ha podido recomponerse durante la reestructuración de la democracia.

-¿Por qué no se renueva el TC teniendo en cuenta que el presidente Carlos Mesía ya tiene que dejar ese cargo?

-La Constitución exige el voto de dos tercios del Congreso para la elección de magistrados, es decir 87 votos, y eso obliga a que por lo menos tres grupos políticos tengan que aliarse. 

Ahora mismo hay dos vacantes (Carlos Mesía y Juan Vergara), pero yo vaticino que no va a haber elección de magistrados hasta mediados o a finales del próximo año, cuando se produzcan las vacantes de los magistrados Ernesto Álvarez Miranda, Ricardo Beaumont y Gerardo Eto. 

Con cinco vacantes va a ser más fácil ponerse de acuerdo para renovar íntegramente el TC.

-¿Qué tiene que hacerse para renovar el TC?

-El reglamento ya ha previsto esta situación, porque los magistrados con mandato vencido pueden seguir en sus cargos hasta que el Congreso elija nuevos integrantes. 

En el TC existen pugnas y muchos apetitos personales por obtener la presidencia del tribunal, que traban la vida institucional.

-¿Entonces el doctor Carlos Mesía va a seguir siendo presidente de ese máximo organismo constitucional? 

-La ley dice que el vicepresidente del TC, Ernesto Álvarez Miranda, tendría que reemplazar a Mesía para completar el mandato presidencial de dos años, pero no podría darse porque hay intereses personales y todos quieren ser presidente. 

Los magistrados, en vez de pensar en su jurisprudencia, en el trabajo que se debe a la ciudadanía y en la cantidad de causas que se tienen que ver, en lo que más piensan es en ser presidente constitucional.

-¿Ernesto Álvarez Miranda nunca sería elegido presidente del TC?

-Ernesto Álvarez Miranda no sería elegido presidente, porque hay movidas internas de orden personal, hay otros magistrados que también quieren el cargo y el presidente es elegido por el pleno del tribunal. 

El reglamento dice que el vicepresidente debería concluir el mandato, pero hay movidas, hay cuotas de poder.

-Bajo esa perspectiva la renovación del TC tiene para rato. 

-Cada integrante del tribunal tiene un mandato de cinco años y el cargo de presidente es de dos años. Mesía asumió la presidencia el año pasado, pero tiene que dejar el cargo, porque su mandato como magistrado venció en julio. 

No sería propio que un magistrado con mandato vencido sea presidente, pero él va a seguir en su cargo, porque el Congreso no tiene la capacidad de eligir a su sucesor por falta de consenso.

-¿Qué otra medida puede tomar el Congreso para renovar el TC?

-El Congreso también puede hacer un concurso público para renovar al tribunal, pero en el transcurso del concurso los candidatos terminan “despedazados” por la opinión pública y los otros postulantes. Es una lucha que dura mucho tiempo. Se dijo que este año se iba a elegir por invitación, lo que se ha descartado porque no es legal. 

En el concurso público se hace una lapidación pública de los candidatos y el problema es que los mejores no se presentan o no pasan adelante, y al final queda gente que no tiene mucho nivel. 

-¿Cuántos magistrados tienen que dejar el TC?

-Juan Vergara cumplió el año pasado, Carlos Mesía cumplió este año, a finales del próximo año cumplen Gerardo Eto, Ernesto Álvarez y Ricardo Beaumont. 

Al final del próximo año quedarían cinco vacantes y ya tendrían que estar elegidos los magistrados que los reemplacen, pero este Congreso no ha hecho nada para elegirlos y ha informado que la renovación se realizará por concurso, pero los concursos son lapidaciones públicas, para que los mejores no se presenten ni puedan asumir esos cargos. 

-Entonces el TC corre el peligro de perder prestigio.-Estamos condenados a tener magistrados de un nivel bajo o de origen político, porque el Congreso no se pone los pantalones. 

Es lo que pasó con la Defensoría del Pueblo. 

El doctor Walter Albán estuvo en ese cargo y como el Congreso no pudo elegirlo, al final se invitó a la doctora Beatriz Merino, pero después de eso, hoy la Defensoría sigue acéfala, porque los únicos cargos que requieren de 87 votos congresales son este organismo y los magistrados del TC. 

-¿Por qué el Congreso no convoca a concurso público para renovar el TC?
-No lo sé. 

Pero si lo hace se va a demorar mucho y lo va a hacer mal. 

Estamos condenados a no tener un sistema adecuado para elegir a magistrados. 

El Congreso debe ponerse los pantalones y designar a los mejores, sin componendas políticas, pero este poder no entiende eso. 

-Parece que en el anterior Congreso sí hubo más consenso para elegir magistrados del TC.-Óscar Urviola fue elegido por el Congreso en reemplazo de César Landa y Fernando Calle fue elegido por la bancada del APRA después del escándalo del abogado Javier Ríos Castillo, cuyo nombramiento fue anulado.

-¿Qué recomendación debe seguir el Congreso para renovar el TC?-

El actual Congreso no es tan compacto como el anterior de mayoría aprista, porque se necesita del consenso de tres grupos, como mínimo, para nombrar el reemplazo de los dos magistrados (Carlos Mesía y Juan Vergara) que ya cumplieron con su mandato y ninguna bancada va a querer ceder una cuota de poder en el TC.

Tomado del Diario La Primera 27/11/11

INDULTO ¿Puede imponerse una reconciliación?

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