Ahora que propios y extraños adelantan opinión sobre el fallo de la CIJ respecto del diferendo que el Perú ventila contra Chile en sus fueros, voy a permitirme algunos comentarios e intuiciones al respecto:
1. Es posible que obtengamos el triángulo exterior (28 000 km2) porque está dentro de las 200 millas peruanas, pero fuera de las chilenas.
Chile lo defiende con una tesis propia, “la tesis del mar presencial”, que no está reconocida ni en CONVEMAR ni en ninguna otra legislación internacional.
2. El triángulo interior adyacente a la costa (38 000 km2) forma parte del área de superposición y es el más disputado.
Sobre el particular tenemos hasta tres escenarios posibles:
a) Que se mantenga el statu quo, es decir, todo queda como está, con lo que Chile se mantiene en sus posiciones.
Un fallo como este es complicado porque normalmente la CIJ no sentencia maximalistamente, es decir, no le da el 100% de la razón a una de las partes.
b) Una sentencia intermedia que divida de alguna manera dicho triángulo.
Aquí pueden pesar los instrumentos de 1968 y 1969 (faros de enfilación) que usan el paralelo en el mar (hasta unas pocas millas de la costa) para separar a los pescadores de uno y otro país.
Pasando ese tramo, que respetaría el paralelo, la corte puede presentar alguna fórmula “x” o “y” para dividir entre las partes el resto de la zona de superposición.
c) El fallo maximalista, es decir, que también el triángulo interior –completo– se le otorgue al Perú (y que la frontera marítima comience en el Punto Concordia de acuerdo con el Tratado de 1929 y su Protocolo Complementario de 1930).
Esta opción no es imposible porque es positivamente cierto que Chile no posee un Tratado de Límites Marítimos con el Perú.
Sin embargo, la misma lógica que le aplicamos al punto “a”, se la aplicamos al “c”, es decir, los fallos de la CIJ no suelen ser maximalistas (no quita que pudiese darse, eventualmente, la excepción), por lo que la opción “b” parece un tanto más viable.
Estos son los fallos posibles que veo, no veo más salvo que la CIJ no le dé al Perú ni el triángulo exterior, lo que parece improbable.
Por ello me permito ser moderadamente optimista.
Además, no hay que olvidar que el fallo contemplará una serie de aspectos técnicos bastante compleja y que de seguro ameritará coordinaciones de ambas cancillerías para su ejecución.
En todo caso, hay que tener la serenidad para esperar cualquier fallo y, sobre todo, la madurez para aceptarlo.
Tengamos en cuenta que nosotros somos los demandantes, lo que supone que nos ceñimos a lo que dicte la CIJ.
El mejor fallo es el acatado, el que integre a los dos países en un mundo que demanda alianzas económicas para tener éxito en la globalización.
Tengámoslo presente.
Mi cuenta en Twitter: @daupare
TENGAMOS EN CUENTA QUE NOSOTROS SOMOS LOS DEMANDANTES, LO QUE SUPONE QUE NOS CEÑIMOS A LO QUE DICTE LA CIJ.
EL MEJOR FALLO ES EL ACATADO.
Fuente: Diario 16 Columnista
Daniel Parodi
Historiador
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