Ni Indulto Ni Perdón... EXPULSIÓN

Cada cierto tiempo operadores fujimoristas demandan al gobierno de turno la excarcelación de su líder el ex-presidente Kenya Alberto Fujimori Fujimori mediante  presiones políticas que perjudican y obstaculizan el normal desarrollo del país.

En este contexto dada la coyuntura de una permanente polarización es necesario abordar el tema y resolverlo de la manera mas equitativa posible para evitar desencadenar caos y controversias que perjudican a todos.

Fujimori no califica para indulto humanitario porque felizmente goza de buena salud por tanto no tiene ninguna enfermedad terminal que lo amerite.- Aparte de que está condenado por delitos de lesa humanidad por tanto es imposible.

Para perdón humanitario tampoco porque se estarían vulnerando las penas condenatorias, pues bajo ese argumento se sentará precedente para que los demás incluído Abimael lo soliciten, y si se lo dan a un genocida porque no también al otro.
 
Lo que queda y que es válido es la defensa de la patria y la estabilidad emocional de los peruanos y en este contexto, a Alberto Fujimori como delincuente extranjero si se le podría aplicar la expulsión al Japón que es su ciudadanía primigenia de la cual el goza y donde podrá establecerse sin problemas.

Acorde con esta decisión también sería compatible que las autoridades soliciten UNA CAUCIÓN; que el reo honre al pueblo peruano DEVOLVIENDO lo apropiado ilícitamente como reciprocidad por la GRACIA concedida y el daño moral causado al país.. que en realidad es IRREPARABLE.

Dicho esto solo queda decir que nos anima un espíritu cordial humano de evitar mayor polarización y hechos ingratos, propiciando por lo contrario armonía y reconciliación en nuestras familias peruanas.

Nuestro mejor ejercicio y mayor aporte será OLVIDAR la afrenta que significó ser VÍCTIMAS de un régimen dictatorial que no respetó la vida humana ni tuvo la piedad que hoy invoca para imponer sus ilícitos propósitos y la inmensa corrupción que hasta el día de hoy nos agobia.

Opinión.
MICAELA.

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Tokio confirmó que Fujimori tiene nacionalidad japonesa                   Miércoles 13 de diciembre de 2000

http://www.lanacion.com.ar/44764-tokio-confirmo-que-fujimori-tiene-nacionalidad-japonesa

LIMA.- Una fuerte indignación causó ayer en Perú la confirmación, por parte del gobierno del Japón, de que el ex presidente Alberto Fujimori es ciudadano nipón. 

La opinión pública reaccionó con malestar debido a que la nacionalidad japonesa de Fujimori impedirá a la justicia peruana pedirle cuentas por posibles delitos de función durante su gestión. El gobierno japonés fue claro al señalar que no atenderá eventuales pedidos de extradición de las autoridades peruanas en contra del ex mandatario. 

Aunque Fujimori no enfrenta acusaciones, su ex asesor de Inteligencia, Vladimiro Montesinos, fue denunciado por presunto enriquecimiento ilícito, tráfico de armas, corrupción de funcionarios y lavado de dinero, lo que hace pensar a detractores del ex mandatario que éste no pudo desconocer los manejos de su ex hombre de confianza.

El ministro de Justicia japonés, Masahiko Komura, informó que se había confirmado la nacionalidad japonesa de Fujimori. A esa conclusión se llegó porque el nombre japonés del ex presidente peruano, Kenya Fujimori, aparece en el registro civil de la sureña provincia de Kumamoto, de la que son originarios sus antepasados.

Fujimori, hijo de inmigrantes nipones que se establecieron en Perú en los años 30, fue inscripto al nacer en el consulado japonés en Lima y figura en el registro o "koseki" de su familia en el pueblo de Kumamoto, lo que le otorga la condición de ciudadano japonés. 

Y al haber nacido en Perú, Fujimori adquirió automáticamente la nacionalidad peruana. Hasta 1985, los niños nacidos fuera del Japón y de padres japoneses tenían el derecho de la doble nacionalidad si su nacimiento fue registrado ante las autoridades japonesas locales.

Sospechas...

En círculos políticos, se cuestionaba que Japón haya guardado silencio sobre la ciudadanía nipona de Fujimori en 1990, cuando asumió el poder, y más tarde, en 1997, cuando hubo gran revuelo por denuncias periodísticas que pusieron en entredicho que el ex gobernante haya nacido en Perú. 

"Ahí hay una cosa absolutamente sospechosa. No sé exactamente cuál es el nivel de relación que puede haber tenido el señor Fujimori con Japón en algunas relaciones de Estado, en inversiones japonesas en Perú, como para que lo protejan de esta manera, y Perú después de 10 años conozca que el señor Fujimori tenía la nacionalidad japonesa", comentó el congresista César Zumaeta. 

En tanto, la legisladora y ex primera dama de Perú, Susana Higuchi, se declaró indignada por la noticia.
"Me siento como la mayoría de peruanos, indignados unos, frustrados otros, porque nos han estado engañando durante más de diez años", comentó ante la prensa. 
"Exijo una explicación, la verdad no entiendo..., y me da vergüenza", añadió Higuchi.
 
 Agencias EFE y AFP


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El Koseki de Kenya Fujimori                                   20 Sep 2007 | 22:17 h

http://larepublica.pe/20-09-2007/el-koseki-de-kenya-fujimori



 


Esa sucesión de ideogramas ordenados en recuadros y columnas que mostramos al lado, y que las personas que hablan japonés leen de arriba a abajo y de derecha a izquierda, es el misterioso registro familiar japonés, koseki, donde en 1938, fue inscrito Alberto Fujimori Fujimori.
.
El ex presidente del Perú Alberto Fujimori aparece registrado con el nombre de Kenya. El titular del koseki es su padre, Naoichi Fujimori.

El documento que se ve es la imagen de una copia del original que se guarda en el municipio de la ciudad de Kumamoto, Japón. 

Fue alcanzado a La República por una fuente que ha pedido la reserva de su nombre.
La inscripción de Alberto Fujimori en este koseki acaba de ser invocada por voceros del gobierno nipón para sustentar su disposición a conceder a Alberto Fujimori nacionalidad japonesa. 

La estructura cuasi contable del registro contiene información sobre el titular, Naoichi Fujimori, su esposa y sus hijos: Juana, Alberto y Pedro. 

Los datos del koseki son privados, pero la información referida a Alberto Fujimori, que gobernó el país por diez años y luego fugó sin rendir cuentas, es de innegable interés público. 

Los datos concernientes al ex presidente del Perú por esa razón se publican íntegramente, en tanto que los restantes se glosan. 

Sobre Alberto Fujimori, el koseki consigna informaciones puntuales, dos de ellas realmente trascendentes. 

Primero, la fecha de nacimiento: 26 de julio de 1938, y luego, el lugar de alumbramiento: Surco, provincia de Lima, Perú. 

Los datos disipan dudas. De acuerdo a lo que indica el koseki “concordante con sus partidas de nacimiento y bautizo”, Alberto Fujimori, hijo de padres japoneses, nació en suelo peruano. 

Es peruano de nacimiento en virtud del principio del jus solis, que inspira las leyes peruanas. 

El koseki confirma también una versión que circuló en 1997, en el sentido que dicho registro consignaba una fecha de nacimiento adelantada en dos días respecto al 28 de julio que señalan las partidas peruanas. 

Queda claro que Naoichi Fujimori inscribió a su hijo mayor en primer lugar ante el Consulado del Japón, el dos de agosto de 1938; y dos días después acudió al municipio de Miraflores. La declaración de Naoichi ante el Consulado de su país fue remitida a Japón casi a los tres meses, el 18 de octubre de 1938.

Los que figuran...
 
El koseki guarda preciosos datos sobre el titular del registro y jefe de familia, Naoichi Fujimori. El nombre de sus padres naturales, Kajuu Minami y su esposa Toki. Y la fecha en que fue adoptado por Kintaro Fujimori y su esposa Hagi, el 28 de noviembre de 1911. 

Desde entonces, lleva el apellido Fujimori, con el que llegó al Perú en 1920. Y retornó a Japón en 1934 para desposar a Mutsue Inomoto, el primero de mayo de ese año. Se embarcó con ella rumbo al Perú, en agosto de ese año, a bordo el Bokuyo Maru. 

El aspa trazada sobre el nombre de Naoichi indica su fallecimiento ocurrido el 16 de julio de 1971, a los 74 años. 

La señora Mutsue se mantiene en pie y el 17 de enero pasado ha celebrado sus 88 años de edad, inclusive ha podido viajar nuevamente a Japón. 

La hija mayor, Juana, está inscrita con el nombre de Atsumi. Y Pedro, el segundo de los varones, como Tatsuya. 

En la parte inicial del koseki, de acuerdo a la traducción de Juan Kanashiro (traductor público juramentado), se da cuenta de dos reconstrucciones del registro, una entre 1958 y 1961 y una última en junio de 1974. ¿Este trámite fue de conocimiento de los miembros de la familia? 

Lo que se consigna sobre Alberto Fujimori
Kenya: Hijo mayor de Naoichi y Mutsue Fujimori.
Fecha de nacimiento: 26 de julio de 1938.
Nació el 26 de julio de 1938, en Surco, provincia de Lima, Perú. 

Su padre Naoichi Fujimori presentó la declaración de su nacimiento el día 2 de agosto del mismo año. 

El día 18 de octubre del mismo año el cónsul japonés en Lima remitió la declaración, la que fue luego registrada. 

Registro familiar y censal 

La institución del koseki como registro familiar civil se remonta al año 45 después de Cristo (Era Taika), pero entonces no cuajó. 

Mucho después, en el siglo XIX (Era Meiji) el modelo fue restaurado, aunque, al principio, se le usó para imponer las contribuciones y el servicio militar a la población. También para perseguir a los cristianos. 

En 1868, el koseki empezó a afirmarse como sistema censal y de registro familiar. Pero, entonces, su composición era muy vasta, comprendía varias generaciones. 

El nuevo código civil japonés de 1968 introdujo diversas modificaciones y actualmente sólo comprende a los padres e hijos. 

Hoy día, todas las familias residentes en Japón tienen su koseki. Hay un koseki por cada familia. 

El gobierno central japonés ha delegado el sistema de registros a los municipios.
Estos registros los llevan los municipios de las aldeas, pueblos y ciudades (categorías de poblados según el número de habitantes). Mas no los gobiernos de las provincias o prefecturas, las jurisdicciones mayores. 

En realidad, el único koseki que no está registrado en un municipio es el koseki imperial de la familia real. 

Cada matrimonio da lugar a la apertura de un koseki. Si uno de los cónyuges es extranjero se hace la respectiva anotación, pero esto no le da derecho a la nacionalidad japonesa. 

Cuando un hijo o hija se casa, sale del koseki de sus padres, su nombre es tachado con una x y su matrimonio es anotado en el nuevo koseki. Se inicia un nuevo ciclo.
La institución es dinámica. El koseki de la familia Fujimori se abrió en el municipio de Kawachi, cuando esta era una aldea. Kawachi creció y hoy es un barrio de la ciudad de Kumamoto. El koseki ha pasado al municipio de esta ciudad. 

El koseki es considerado el auténtico hogar (honseki-chi). Las personas pueden trasladarse a vivir a las grandes ciudades pero mantienen su koseki en el lugar de origen. O pueden también trasladarlo de una jurisdicción a otra. 

El koseki tiene un titular que es el padre de familia. En el registro se anota el domicilio de la familia y se lleva una historia del koseki. Se anotan la fecha de nacimiento, el número de orden que cada miembro ocupa entre los hijos varones o hijas mujeres, se consignan las adopciones, los matrimonios y las defunciones. 

Los masivos procesos migratorios determinaron que muchos hijos de japoneses nacidos en el extranjero fueran inscritos por sus padres en sus respectivos kosekis. 

Esto daba a los registrados la posibilidad de acceder a la nacionalidad japonesa. Pero, de acuerdo a la ley nipona, al llegar a la mayoría de edad (20 años) debían ratificar esa voluntad. 

Alberto Fujimori, por ejemplo, no lo hizo, sino hasta mediados del año 2001. 


FUENTE:  La República.
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Fujimori: la doble nacionalidad y la doble moral 01-15-2001  http://www.semana.com/especiales/articulo/fujimori-doble-nacionalidad-doble-moral/44731-3

Ex presidente peruano utilizará su nacionalidad japonesa para evitar extradición Lima, Perú (Carlos Alberto Fuentes, especial para SEMANA).- 

En Perú llueve sobre mojado. Cuando muchos creían que había amainado el tsunami político provocado tras la destitución por incapacidad moral del ex presidente Alberto Fujimori y los cada vez mayores indicios de corrupción que hicieron naufragar a su gobierno, la tempestad vuelve a sacudir a la sociedad peruana, al confirmarse que el depuesto mandatario tiene la nacionalidad japonesa.

Incrédulos, abochornados, desconcertados, los peruanos no saben ahora cómo reaccionar, pues se sienten víctimas de la estafa del siglo y heridos en su autoestima, pues resulta que el que hasta antes del destape de las denuncias en su contra, era considerado el mejor presidente de la historia del Perú, no era peruano sino japonés.

¿Es qué podía postular y ejercer la presidencia teniendo nacionalidad japonesa? ¿Son válidos los actos jurídicos (privatización de empresas públicas, convenios internacionales, la firma de la paz con Ecuador, etc., etc.) firmados por su gobierno? ¿Cómo es que nadie se dio cuenta?

Estas y otras preguntas rondan ahora la cabeza de los políticos, constitucionalistas y los peruanos en general.

Pero vayamos por partes y por el principio.

La confirmación de la nacionalidad japonesa de Fujimori la hizo a mitad de semana el ministro de Justicia japonés, Masahiko Komura, quien indicó que al tener esa condición, el ex gobernante puede permanecer indefinidamente en Japón y que su gobierno puede rechazar cualquier pedido de extradición para que, junto a su asesor Vladimiro Montesinos, responda por los graves delitos de los que se le acusa, entre otros, cobro de comisiones por tráfico de armas, vinculaciones con el narcotráfico, violaciones a los derechos humanos y abuso del poder.

El registro civil de Fujimori, con el nombre japonés de Kenya Fujimori, se encuentra en la prefectura (provincia) sureña de Kumamoto. Allí fue inscrito por sus padres que inmigraron a Perú hace casi 70 años. En el registro no consta que Fujimori haya renunciado a la nacionalidad de sus ancestros.

Fujimori se encuentra en Japón desde el pasado 17 de noviembre, a donde llegó siendo aún presidente de Perú y desde donde tres días después abandonó no solo el cargo, sino también a un país que se hundía en un mar de denuncias de corrupción y a todos aquellos que contra viento y marea lo seguían defendiendo.

¿Pero es peruano o japonés?

Para el constitucionalista Francisco Eguiguren Praeli, quien integra una comisión gubernamental nombrada para revisar la validez de la legislación dictada durante los 10 años del régimen fujimorista, en este caso coinciden varios elementos por considerar.

Lo más difundido es que una persona tiene la nacionalidad del país donde nace. En el caso específico de Perú, existen dos caminos para obtener la nacionalidad: el lugar donde se nace o la nacionalidad de los padres.

Un hijo de peruanos, aunque haya nacido en el extranjero, es peruano y puede reclamar la nacionalidad como tal. El caso japonés —anota Eguiguren— es similar.

Ahora, la posibilidad de tener dos nacionalidades o asumir una nueva sin renunciar a la anterior depende de cada país.

No todos tienen derecho a una doble nacionalidad, pues para que los estados la reconozcan es necesaria la suscripción de un tratado bilateral. Por ejemplo, los peruanos pueden tener a la vez la ciudadanía peruana y la ciudadanía española y los españoles tener la nacionalidad española y peruana, al existir un convenio en ese sentido firmado entre ambos países. Esto no es posible con otros países europeos.

Para Eguiguren Praeli, el ex presidente Fujimori tiene la nacionalidad peruana por nacimiento, por haber nacido en el Perú, de lo que no habría ninguna duda (aunque por lo visto hasta ahora en la vida política peruana, nada es absoluto, todo es relativo).

El problema es que sus padres lo inscribieron en el consulado japonés, adquiriendo también, de manera automática, la nacionalidad japonesa.

¿Pero infringió la ley al postular y acceder a la presidencia del país siendo peruano pero a la vez japonés?

La Constitución Política señala que para postular y ser elegido presidente —responde Eguiguren— se tiene que ser peruano de nacimiento y Fujimori lo es.

El problema es esa otra nacionalidad concurrente frente a la cual no hizo opción al llegar a la mayoría de edad, cosa que debió hacer. Determinar si esto lo inhabilitaba para postular y ejercer la presidencia, será materia del análisis e interpretación académicas, pues la Carta Fundamental no previó un caso tan singular.

"Fujimori cumplió el requisito de ser peruano de nacimiento que lo habilitó para postular y 
ejercer la presidencia, pero el tema está en una nacionalidad adquirida ulteriormente de manera simultánea, sin renuncia de ninguna de las dos. Es improbable que al presentar su primera candidatura presidencial, hace más de 10 años, en 1989, Fujimori no haya estado al tanto de que tenía esa doble nacionalidad y lo haya ocultado", agrega el jurista.

Finalmente Eguiguren opina que a los peruanos no les conviene seguir dando vueltas a este asunto, "porque nos deja como idiotas que hemos sido engañados durante tanto tiempo".

Lo que debe quedar absolutamente claro, sentencia, es que todos los actos del gobierno de Fujimori no pueden tener ningún tipo de discusión, pues quiéranlo o no, fue electo por votación popular.


PROBLEMA DE LEGITIMIDAD...


Otro constitucionalista, Javier Valle Riestra, (ex primer ministro de Fujimori y ex dirigente del Partido Aprista del ex presidente Alan García, asilado en Colombia), tiene una opinión más dura.

A su juicio, Fujimori actuó dolosa y maliciosamente, ocultando su verdadero estado jurídico, pues usurpó la presidencia de la República al presentarse como peruano sin serlo.

Valle Riestra explica que Fujimori no tiene doble nacionalidad sino que nunca fue peruano, pues nació bajo el imperio de la Constitución de 1933 que era su estatuto personal de derecho internacional privado. Dicha carta política establecía que la nacionalidad peruana se pierde por adquirir nacionalidad extranjera.

Desde su óptica, Fujimori podía ser peruano por ius soli, por haber nacido en Perú. Pero perdió ipso iure la nacionalidad peruana por adquirir de menor y mantener de mayor la nacionalidad japonesa de sus padres.

"Y hoy nos encontramos ante el problema de la legitimidad de las leyes que pueda haber firmado, porque son un contrafuero desde el punto de vista formal. Felizmente que solo son inconstitucionales las leyes que expidió en los seis meses anteriores a su derrocamiento, según lo establece la ley del Tribunal Constitucional. De todas maneras qué vergüenza. ¡Fuimos una prefectura japonesa durante 10 años", expresa el jurista.


EXTORSION Y ESCUDO JAPONES...

Las versiones sobre la nacionalidad del depuesto gobernante peruano han sido un tema recurrente que desde hace por lo menos ocho años se comentaba en círculos políticos y periodísticos.

Incluso se publicó más de una investigación que si bien cuestionaba la nacionalidad del entonces presidente, equivocó el objetivo pues se sostuvo que había nacido en el Japón, antes de la llegada de sus padres al Perú. Ello fue negado por Fujimori y sus familiares, quienes —obviamente— no aludieron para nada la doble nacionalidad.

Hoy se afirma que era este el secreto con el que el cuestionado asesor presidencial Vladimiro Montesinos extorsionaba a Fujimori, obligándolo a prácticamente poner las manos al fuego por él, pese a las denuncias que una a una se iban acumulando sobre su cabeza.

Y no revelar este secreto habría sido con lo que Montesinos obligó a Fujimori a compartir el poder presidencial, entregándole el total manejo de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional, del Poder Judicial, el Ministerio Público y el Servicio de Inteligencia Nacional.

Desde su residencia en Japón, donde se afirma está preparando la publicación de sus memorias en las que hará más de una revelación cuyos efectos en la escala sísmica de la política peruana es impredecible, Alberto Fujimori ha declarado que utilizará su ahora revelada nacionalidad japonesa como un escudo para protegerse de la "persecución política" que —afirma— se ha desatado en su contra.

Y el hombre que lo arrastró a este laberinto del que nunca pudo salir, su ex asesor Vladimiro Montesinos, sigue ‘desaparecido’, sin que hasta ahora se tenga rastro alguno de dónde y con quién está.

Su última señal de vida ha sido la contratación de un costoso estudio de abogados en Suiza, que se encargará de evitar que se levante el secreto bancario de las cuentas donde se calcula, solo a su nombre, sin contar las de testaferros y familiares, tiene depositados más de 70 millones de dólares, producto de los presuntos manejos oscuros que perpetró al amparo de Fujimori y la enorme cuota de poder que le entregó.  


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INDULTO ¿Puede imponerse una reconciliación?

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